Musa macho
Hoy escribo con una nueva sensación: la de que debo escribir. Hasta hoy, he escrito para mí, sin ninguna intención de ser leído por nadie, sin mucho interés por hacerme entender, tampoco por escribir algo críptico. Supongo que todo aquel que escribe algo más que la lista de la compra, o un recordatorio, tiene cierta intención de ser leído por alguien... Cuando tenía diez años, los reyes magos me trajeron un diario. Yo no sabía para que usar eso, y me puse a dibujar en él. De pequeño mis dos mayores entretenimientos eran jugar a los playmobil y dibujar. Mis padres me explicaron que debía escribir las cosas que hacía cada día, y así comencé: "Hoy me he levantado, he ido al colegio, he comido. Por la tarde he visto la tele...". Muy poco a poco descubrí que lo que realmente importaba es lo que diferencia a cada día del anterior, y esas cosas.... Un día descubrí que tenía una lectora: mi madre. Me gustó, aunque sé que sólo lo hizo cuando empecé a escribir, para ver si ya usaba el