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Mostrando entradas de septiembre, 2005

Musa macho

Hoy escribo con una nueva sensación: la de que debo escribir. Hasta hoy, he escrito para mí, sin ninguna intención de ser leído por nadie, sin mucho interés por hacerme entender, tampoco por escribir algo críptico. Supongo que todo aquel que escribe algo más que la lista de la compra, o un recordatorio, tiene cierta intención de ser leído por alguien... Cuando tenía diez años, los reyes magos me trajeron un diario. Yo no sabía para que usar eso, y me puse a dibujar en él. De pequeño mis dos mayores entretenimientos eran jugar a los playmobil y dibujar. Mis padres me explicaron que debía escribir las cosas que hacía cada día, y así comencé: "Hoy me he levantado, he ido al colegio, he comido. Por la tarde he visto la tele...". Muy poco a poco descubrí que lo que realmente importaba es lo que diferencia a cada día del anterior, y esas cosas.... Un día descubrí que tenía una lectora: mi madre. Me gustó, aunque sé que sólo lo hizo cuando empecé a escribir, para ver si ya usaba el

Adiós casita

Vuelvo a Madrid. Se acabaron las fiestas de Logroño. Hoy me despido de algo más que de mi querida ciudad dormida. Me despido para siempre de la actual casa de mis padres: se mudan a otra mucho mejor. He recogido mi cuarto por última vez. Está todo en cajas: mis dibujos, mis diarios, mis apuntes del cole. Muchos recuerdos. ¡Adiós casita!

Infinito

"No volverás a ver la mirada triste del chico que observaba el infinito". Parece una despedida. Por ahora me quedo con la mirada del chico. ¿Observar el infinito, no es mirarse a uno mismo? Pienso que el que mira al infinito en realidad no observa nada 'objetivo'. ¿No es esa la mirada del que sueña? Pero es una mirada triste. ¿Cómo alguien que se mira con tristeza a sí mismo puede observar el infinito? ¿La gente triste sueña? No contestaré por ahora. Mejor voy a 'realizar' el lamento en cuestión. Pongámosle pies y cabeza. Primero un espacio: el infinito se transforma en el horizonte de una puesta de sol. Añadimos un tiempo: el infinito se transforma en los recuerdos del pasado y en los sueños para el futuro. El hecho cobra vida en el presente: ¿Un chico sin esperanzas? ¿Qué o quién se las ha robado? ¿Por qué su caminar ya no tiene sentido? Y, volviendo al principio, ¿por qué se despide? ¿Se despide de 'su infinito'? Si caminas con tristeza debes armart

Ocaso (estival)

Hoy he visto caer el sol en Castilla. Sus últimos destellos han hecho que cerrara los ojos y soñara. Madrid, Guadalajara, Soria, Logroño. ¿Cuánto dura una puesta de sol cuando todo tu tiempo lo ocupan las sombras? Al final del viaje, he llegado al otoño.

Antonio

Jersey blanco, jeans oscuros, botas marrones. Todo le queda grande menos la música. Antonio en Madrid, poeta abanderado, leyenda viva. Mirada caída y tímida. Delgado y frágil, llena el escenario. Sus manos juguetean hábilmente con la guitarra mientras su cabeza descansa sobre su pecho. Espíritu salvaje. Queda mucho Antonio. Canciones nuevas con esencia de otra época, música de ayer que abarrota Clamores de gente de hoy, muy de hoy. Extasiados ante el maestro de melodías, miran, escuchan, tararean, cantan, bailan y, al final, aplauden, se levantan. Piden otra, otra, otra, y Antonio, fiel sólo a su gente, responde, y lo hace a lo grande, con su obra maestra, su himno eterno. Cuando le falta la voz, cantan ellos: no se acaba la música. Alma de acordes, no descansa. Su indomable musa no le deja dormir. Y Antonio, complaciente, accede a seguir creando, y a seguir ahí, donde empieza y acaba todo. La música es todo para él, porque él es la música.

Presentación

Sí, quizá debí hacerlo en el primer artículo, pero no lo hice. Es más, pienso que quien no me conozca ya, no pinta mucho leyendo este blog... Aún así, ¿quién soy yo ? Pues ya veis: un tipo de primeras borde y arrogante que prefiere escribir a hablar. Creo que echar toda mi basura interior sobre un papel es menos dañino que escupirla a la cara de cualquier desdichado, en principio, porque también sé que a la larga 'scripta manet'. ¿Qué pretendo con este blog? Supongo que nada productivo a ojos de la mayoría. Que les den. Algún día expondré lo que pienso de las mayorías. Mi objetivo tampoco es colgar imágenes mías en pelotas, como ya 'alguien' ha pensado. Creo que se entiende el tipo de desnudo al que me aventuro. Pervertidos. Entonces, ¿cómo defino este blog? Pues como un proyecto eminentemente ególatra , con una pizca de provocación y destinado a gente con mucho mucho sentido del humor , si es que a alguien le apetece leer esta mierda.

De otio

Imagen
"Oé, oá!, Pumuky acaba de llegar, oé, oá!, Pumuky es colosal". No soy Pumuky. Sólo me apetecía comenzar así, con el ritmo de aquella melodía de la infancia. Los que a menudo tenemos la suerte de gozar de tiempo libre , podemos permitirnos el lujo de recrear el pasado ... ... y también de soñar con el futuro e, incluso, de vivir a tope el presente . No pretendo divagar en este blog, aunque lo haré. Tampoco quiero aburrir, por eso no voy a extenderme mucho en esta apertura. Sólo quería romper el hielo. Objetivo cumplido. Insisto: No soy Pumuky, ni mucho menos un personaje de ficción; yo soy real . Soy Sergio, al desnudo ;)