Creer, crear y el anuncio de los mayas
"Crede ut intelligas; intellige ut credas" (San Agustín)
Se ha hablado y se ha escrito muchísimo sobre este 21 de diciembre de 2012, día del fin del calendario maya, luego fin del mundo, de los tiempos, o de algo así, más o menos poético. Pero parece una noche más, de un día más. ¿Se ha dicho algo de la hora exacta, o más o menos?
Bromas a parte, yo sí creo en un fin, y en un inicio de algo, en un cambio. Lo creo porque creo en ello, porque quiero creerlo y al creerlo lo creo. De igual modo que creo que hablo con alguien cuando solo sólo hablo conmigo mismo. Pero lo creo y, como lo creo, creo que aquello me escucha, me responde y me conforta.
No estoy seguro de por dónde irá dicho cambio. Quizá lo podamos ver mejor con cierta perspectiva, con el paso de los años, cuando miremos hacia atrás. Quizá se vio también desde el pasado, en tiempo de los mayas. Quizá, también se pueda observar desde otros lugares, dimensiones... no sé. Quizá los dioses, o el único Dios, el mayúsculo, lo vean 'como dios'. No creo que los terrícolas lo veamos hoy.
Quizá me equivoque, que os lo que ocurre habitualmente en el ámbito de las creencias, o creaciones, y se desate en cualquier momento el apocalipsis. Espero que no, porque creo que la humanidad tiene todavía pendiente un gran reto, y así lo creo, un cambio de conciencia de dios.
Lo que creo y, por tanto, lo creo hoy, 21 de diciembre de 2012, es lo siguiente: Parto (de parir y partir) de mi creencia (por supuesto absolutamente respetable como cualquier otra) de que creer y crear en el ámbito religioso son sinónimos, a parte de casi homófonos en nuestra lengua. Y yendo al grano (creo que ya se ve por dónde voy), mi creencia es que toda creencia religiosa es creación humana desde que el hombre es hombre y necesita algo en lo que creer. Es decir, que el hombre creó al dios que creó al hombre... "Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó" (Génesis 1, 27). Y tan semejante lo creó, que creo que lo creó capaz de crear dioses, y de recrearlos, y de recrearse con ello.
Evidentemente no soy ateo, ni agnóstico, pues creo en la existencia de todo tipo de divinidades, creadas y por crear por la aparente infinita capacidad creativa del intelecto humano. No niego ninguna, ni dudo de su existencia, pues creo en todas, y que nadie falte al respeto a mi credo.
Sé que no he creado nada nuevo. No hay nada nuevo en el mundo desde que el hombre crea dioses para no estar solo, para tener una respuesta a su mortal destino y al dolor, para justificar su egoísmo. No estoy en contra de ninguna creencia religiosa ni deseo su fin. Al contrario, tengo un gran interés por ellas, fruto de algunas horas de estudio. Es más, considero que Dios, el mayúsculo, es la mayor genialidad que ha creado y recrea cada día el ser humano. Y por ello mi interés y admiración. En definitiva, no creo en un ser humano sin Dios. Aquello sería otra cosa: un cambio.
Temas relacionados:
Noche
Retorno
Se ha hablado y se ha escrito muchísimo sobre este 21 de diciembre de 2012, día del fin del calendario maya, luego fin del mundo, de los tiempos, o de algo así, más o menos poético. Pero parece una noche más, de un día más. ¿Se ha dicho algo de la hora exacta, o más o menos?
Bromas a parte, yo sí creo en un fin, y en un inicio de algo, en un cambio. Lo creo porque creo en ello, porque quiero creerlo y al creerlo lo creo. De igual modo que creo que hablo con alguien cuando solo sólo hablo conmigo mismo. Pero lo creo y, como lo creo, creo que aquello me escucha, me responde y me conforta.
No estoy seguro de por dónde irá dicho cambio. Quizá lo podamos ver mejor con cierta perspectiva, con el paso de los años, cuando miremos hacia atrás. Quizá se vio también desde el pasado, en tiempo de los mayas. Quizá, también se pueda observar desde otros lugares, dimensiones... no sé. Quizá los dioses, o el único Dios, el mayúsculo, lo vean 'como dios'. No creo que los terrícolas lo veamos hoy.
Quizá me equivoque, que os lo que ocurre habitualmente en el ámbito de las creencias, o creaciones, y se desate en cualquier momento el apocalipsis. Espero que no, porque creo que la humanidad tiene todavía pendiente un gran reto, y así lo creo, un cambio de conciencia de dios.
Lo que creo y, por tanto, lo creo hoy, 21 de diciembre de 2012, es lo siguiente: Parto (de parir y partir) de mi creencia (por supuesto absolutamente respetable como cualquier otra) de que creer y crear en el ámbito religioso son sinónimos, a parte de casi homófonos en nuestra lengua. Y yendo al grano (creo que ya se ve por dónde voy), mi creencia es que toda creencia religiosa es creación humana desde que el hombre es hombre y necesita algo en lo que creer. Es decir, que el hombre creó al dios que creó al hombre... "Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó" (Génesis 1, 27). Y tan semejante lo creó, que creo que lo creó capaz de crear dioses, y de recrearlos, y de recrearse con ello.
Evidentemente no soy ateo, ni agnóstico, pues creo en la existencia de todo tipo de divinidades, creadas y por crear por la aparente infinita capacidad creativa del intelecto humano. No niego ninguna, ni dudo de su existencia, pues creo en todas, y que nadie falte al respeto a mi credo.
Sé que no he creado nada nuevo. No hay nada nuevo en el mundo desde que el hombre crea dioses para no estar solo, para tener una respuesta a su mortal destino y al dolor, para justificar su egoísmo. No estoy en contra de ninguna creencia religiosa ni deseo su fin. Al contrario, tengo un gran interés por ellas, fruto de algunas horas de estudio. Es más, considero que Dios, el mayúsculo, es la mayor genialidad que ha creado y recrea cada día el ser humano. Y por ello mi interés y admiración. En definitiva, no creo en un ser humano sin Dios. Aquello sería otra cosa: un cambio.
Temas relacionados:
Noche
Retorno
Comentarios
Publicar un comentario