Santiago, un patriota
No puedo dejar pasar este día sin hacer mi pequeño homenaje a Santiago Carrillo. Creo que todo lo que se pueda escribir para ensalzar su figura se queda corto. Difamado por unos, idolatrado por otros, no fue más que un hombre normal, de la calle, responsable y patriota.
Sí, patriota, porque fue uno de los muchos hombres que creyeron en una España libre en los años 30; uno de los pocos hombres que dio la cara por España en el 36, cuando otros camaradas huían o se escondían en sus casas, cuando otros tantos hombres fueron seducidos por la Cruzada Fascistoide y Pseudo-religiosa; porque fue uno de los poquísimos hombres que dio la cara por la libertad cuando lo recomendable era besarle el culo a Franco. Porque sacrificó a su Partido Comunista por la unidad de España. Porque fue uno de los tres Hombres que se mantuvieron erguidos en el Congreso en el día en que nuestra querida democracia podía haberse ido de vareta.
Por todo esto y mucho más que ahora olvido o no sé, Santiago Carrillo fue un patriota, un hombre que vivió por y para España; por una España diferente a la que vio durante gran parte de su vida; por la España que nos ha dejado a su muerte, una España libre. Valiente siempre, se jugó varias veces la cara, el pellejo y los huevos por España. No tuvo entonces miedo a la muerte, ni lo tuvo al final. Y su legado no morirá. Su gloria es eterna. Los que creemos en la democracia vamos a echar de menos a este hombre normal, con sus defectos y sus virtudes, responsable y patriota de verdad. Descansa en paz.
Te recomiendo este artículo de Santos Juliá repasando las luces y sombras de su vida. http://politica.elpais.com/politica/2012/09/18/actualidad/1347985679_830885.html
ResponderEliminarViendo también en El País el vídeo en que relata lo ocurrido el 23 F y cómo pensaba que lo sacaban del hemiciclo para pegarle un tiro, sorprende la entereza y el absoluto desprecio a la muerte. Esa generación era de otra pasta, no imagino a ninguno de los políticos actuales comportándose así, supongo que esa dureza te la da haber vivido una guerra.
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ResponderEliminarYo solía escucharlo de vez en cuando en sus debates con Miguel Herrero de Miñón y me parecía que hablaba con un lenguaje mucho menos sectario, en el sentido de acentuar lo marxista, que algunos dirigentes actuales de IU. Creo que hacia el final de su vida se convirtió en un socialdemócrata con una sensibilidad especial con los problemas de la calle. Lo cual no es tan difícil si no has tenido responsabilidad política en los últimos treinta años. Me costaba pensar en Carrillo como un desalmado capaz de fusilar a sus enemigos por decenas, como le acusaban en la caverna. Creo que requería un desprecio hacia el adversario político del cual este tipo no era capaz. Mantuvo en los últimos años una actitud crítica con el poder, pero tendiendo puentes y se alejó de la descalificación personal. De eso también podrían aprender los políticos de hoy.
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